El árbol que no es árbol

 Amanda Panambí Morales Vidales

La realidad se construye socialmente, es la tesis a partir de la cual Berger y Luckman desarrollan una sociología del conocimiento que analiza los procesos por los cuales sucede esta construcción.

La  realidad esa aquella estructura que vemos y somos parte de ella y de la cual aparentemente no somos partícipes, es decir, ya esta dada; bueno pues esta discusión es la que se propone resolver Berger y Luckman, la realidad para elllos es una  construcción que inició desde que practicamente inició la misma historia de la humanidad. Pero esta noción tan "obvia" se pervierte con la misma transmisión social de las reglas y del conocimiento de la naturaleza.

Es decir, desde que el primer hombre y mujer comenzaron a comunicarse y establecerse como clan, tribu, sociedad, la comunicación comenzó a crear nombres y reglas para el entorno de estos seres humanos. Imagínemonos que se establecieron ciertas reglas, por ejemplo, para el cómo comer, se establecieron los instrumentos, se pensó en cómo llamarle al lugar donde se estaban quedando, etc. estas reglas fueron hechas para entenderse mejor, establecer convivencia y comprensión de lo que acontencía alrededor, a lo que no se entendía como los truenos o  las tormentas, entonces se inventaron dioses, reglas y ritos, todo ello para explicar lo que se veía y sentía y transmitirlo.Todo eso las primeras culturas hombres y mujeres lo fueron construyendo (socialmente) y se transmitió a los hijos, la cuestión fue que cuando se trasnmitió a las siguientes generaciones algo se perdió y las suguientes generaciones, es decir, los hijos recibieron este conocimiento como una verdad absoluta, no como una construcción social que podría ser cambiada, porque al niño se le dice: 'no comas con las manos para eso estan los cubiertos', pero no se le dice porque, ni que comer con cubiertos fue parte de un largo proceso de socialización y civilización que ha tomado siglos en construirse.
Tomado de http://www.fondosdepantalla.biz/wallpaper/Linea-de-Arboles/

Pero no era una verdad absoluta era una construcción que tomó la forma de realidad y que tiene la función de crear sentido y orden a nuestra psique social, ¿algo confuso no?,  tal vez se aclare con la parábola que los Simpson rescatan del conocimiento popular: En el capítulo donde Homero reta a Flanders para que sus hijos ganen un torneo de golfito, Bart sin saber nada de este deporte le pide ayuda a su hermana Liza, en fin, después de tanto entrenamiento, Liza lleva a Bart a una montaña y le pregunta: 'Si un árbol cae en medio del bosque y no hay nadie para escucharlo, ¿Hace ruido?', Bart ante esta idea logra poner su mente en blanco concentrarse y jugar Golfito (Ja! por eso me encantan los Simspson), pero la respuesta no contestada es la que nos deja pensando, y que además viene muy bien al caso de la construcción social de la realidad. Veamos porqué, resulta que si estuvieran un monton de personas o una sola persona en los alrededores del bosque se escucharía el ruido (obvio), pero si no hubiera nadie ¿se escucharía el ruido también?, por lo que entonces ¿el ruido existe o no existe?, y ¿el árbol cayendo existió? ¿si o no?. La respuesta más natural es que las personas planteen que sí hace ruido el árbol cayendo, aún cuando no haya nadie que lo escuche y esta respuesta tiene que ver con nuestra construcción de la realidad ya establecida, el ruido existe porque así se nombró (hace mucho), como ruido y no necesitamos presenciar el evento para deducir que ahí hubo ruido, y hojas, y hasta pájaros volando, ya lo damos por hecho, así como otras realidades. Por supuesto que siguiendo el hilo de este planteamiento la respuesta obvia es que el ruido y el árbol y el bosque son realidades construidas socialmente, que existen porque así las nombramos, por lo tanto estas realidades sin nuestra presencia no existirían. La verdad es que ambas respuestas serían correctas, por un lado el ruido, la concepción del ruido y todo este mundo que creemos conocer son una construcción social que tiene siglos y siglos de respaldo en nuestra mentalidad, pero también quien defiende vehemente que el ruido existe independientemente de que haya alguien para escucharlo tiene razón.

Veamos, pues resulta que las mentalidades se han independizado y siguen con nosotros pero pareciera que tuvieran vida propia, y así es, los celos existen independientemente de si queremos o no,  podemos incluso no sentirlos ahorita y tomar cursos de autocontrol, etc. pero ya llegaran y los vamos a sentir, independientemente de si queremos o no, es decir los celos (como afecto, pensamiento, proceso, o cómo forma social) ya tienen una mentalidad propia que hace que se apodere de nosotros, si nosotros tomamos la forma de los celos, rabiosos, verdes, alterados, desesperados, así exactamente nos ponemos cuando como bien se dice nos dan los celos, como sí se tratase de una enfermedad, nos da. De la misma forma el ruido tiene ya vida propia y no tenemos que estar en medio del bosque para escucharlo y saber que ahí hubo ruido, ya tenemos integrado el ruido en nuestra mentalidad, que por cierto es colectiva, pero esa ya esa es otra historia.

La realidad que tenemos a nuestra ante nosotros, es una construcción social de muchos siglos y de muchas construcciones sociales, pero no nos engañemos, cada forma social ha tomado mucho tiempo para construirse, sino la queremos imaginar sería grande, muy grande y larga, muy larga, es decir, un cambio en una de estas formas es lento y requiere de tiempo y generaciones intentándolo, como el papel social de la mujer, o la forma de la justicia o las relaciones sociales de producción, tal vez hay que ir a contracorriente para cambiar de a poquito estas formas. Porque estas mentalidades y todo lo que sentimos y pensamos son ya una realidad dada, construida socialmente, pero ya bien establecida,  incluso nosotros, lo cual nos deja la pregunta: ¿existimos?


Berger, P., Luckmann, T. (2001), La Construcción Social de la Realidad. Amorrourtu:Argentina.

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