La Afectividad Colectiva como conocimiento de la Realidad Social


 


El que la ciencia sea capaz de revelar las realidades ocultas  o no observables de manera evidente es una de las grandes discusiones que en el campo de las Ciencias Sociales se tiene. El ser humano es capaz de comprender sus propios pensamientos, realidades, culturas y sociedades que va creando, y  entre tantas también sus propias conductas, pensamientos y emociones. Estudiar a los sentimientos desde una perspectiva social es un trabajo que se ha dejado de lado, desde que en la modernidad se decreta  que la razón y la ciencia son la vía  para el conocimiento, esta forma de pensar no sólo queda grabada en las diferentes disciplinas sociales, sino que se inserta en la vida social y en la forma en la que nos concebimos como seres humanos, cultura y sociedad. 

La interpretación del mundo en las diferentes teorías  que sobre las emociones existen, nos plantea una dicotomía entre las  formas de conocimiento, por un lado en una predomina la parte biológica, evolucionista, y por la otra parte predomina lo social, lo cultural. Esta dicotomía no se resuelve ni en su unión, pues éstas perspectivas teóricas plantean orígenes de comprensión de la realidad social diversos y encontrados, y al contrario arrojan muchas más interrogantes que comprensión que se acerquen a dar cuenta de lo que acontece en nuestras sociedades.

Tenemos que Páez, Echebarría y Villarreal (En Echebarría, Páez, 1989), dicen que los sentimientos son un primer tipo de Afectividad y sólo son reacciones subjetivas de pacer o displacer; Por otra parte tenemos a  la evaluación, ésta una de las que más se ha estudiado con los sentimientos implicando a las reacciones de carácter negativo o positivo en relación a un estado u objeto social. Otro tipo de sentimiento es el estado de ánimo, que se caracteriza también por ser sentimiento positivo o negativo de carácter genérico que forma una parte de nuestra existencia y que no siempre tiene que ver con un objeto social delimitado; un estado de ánimo es un fenómeno afectivo cotidiano, de intensidad media, sin objeto específico. Un segundo tipo de Afectividad que Páez, Echebarría y Villarreal (Echebarría, Páez, 1989) encuentran en la Psicología Social es la de las emociones, las cuales serían más intensas que los sentimientos e implican manifestaciones expresivas, conductas, reacciones fisiológicas y estados subjetivos; Una emoción es un fenómeno afectivo intenso, breve centrado en un objeto que interrumpe el flujo normal de la conducta. En lo que respecta a las emociones esta, por ejemplo, el estudio del bienestar subjetivo, su relación con la afectividad y las emociones, el cual ha sido desarrollado mediante estudios correlaciónales y longitudinales que combinan elementos ideográficos y nomotéticos, esta línea de investigación la llevaron a cabo los  Psicólogos Sociales y de la Personalidad Tellegen y Diener, además de Sociólogos de la salud como Thoits, todos ellos buscan situar  las dimensiones de la Afectividad en relación con elementos psicosociales y con rasgos de personalidad.

Las teorías de la Psicología Social, que han aportado elementos para explicar a la afectividad o a la generalmente llamada emoción, se han centrado en  sólo presentar  las características que tiene la emoción, sus definiciones y la forma en cómo clasificarla, incluso han realizado listados de emociones básicas definiéndolas y explicando su significado. Todo lo cual puede estar alejado de cómo en la realidad se conciben, se interpretan y construyen las emociones.

La construcción del objeto de conocimiento de la Afectividad, parte de la idea de que es un objeto social producto de las relaciones sociales, producto del pensamiento. El  punto de vista de la Psicología Afectiva se propone explicar que, en la Afectividad no es posible llegar a una clasificación o a una lista de emociones básicas, porque acorde a lo que Fernández (2000) propone, los sentimientos cuando se distinguen ya no son sentimientos en sí, son un pensamiento, el pensamiento denota racionalidad, conciencia, lógica, cosas que el sentimiento tiene en otros sentidos. Spinoza planteaba que: “Las emociones son ideas confusas, destinadas a resultar ideas distintas, y una vez que resultan ideas distintas dejan de ser afecciones” (En Fernández Ch, P. 2000, p.22). 

Para la Afectividad Colectiva, los sentimientos o emociones, es decir, lo afectivo, no se lleva con los listados de emociones básicas; para comprender a los sentimientos no hay que listarlos o clasificarlos, porque eso los desnaturaliza, hay que indistinguirlos: sentir es lo que no se sabe pero se siente y está ahí, a los sentimientos se les resta de las cosas y situaciones de las que forman parte, a partir de ahí se puede conocer su naturaleza (Fernández, 2000). Esto, es posible si entendemos la realidad de la Afectividad como una realidad hecha de formas. Por eso, los sentimientos son vistos en la categoría de forma de George Simmel, pues ellos son una realidad, como plantea Gergen (1996) que sucede con el  razonamiento, el cual indica no una forma individual sino un acto enmarcado dentro de una forma social, es una forma de argumentación que piensa y envuelve al individuo en ella. 

Para estudiar lo Afectivo, tenemos esta categoría fundamental de la Lebensphilosophie de George Simmel, que es la forma. La Sociedad es, según Simmel (1908), el concepto abstracto que contiene las formas de relación por medio de las cuales surge la sociedad. La sociedad, es el nombre del entorno en donde los individuos se encuentran ligados por los efectos de las relaciones recíprocas que se dan entre ellos, y que por estar ligados entre sí se definen como una unidad, en fin, como una sociedad (En Simmel, 1917). “La Sociedad es la realidad” (En Fernández, 2004, p.15), la realidad es lo que tenemos a nuestro alrededor y nuestros pensamientos. Cuando Fernández (2004.), nos indica que la realidad es sólo otra forma de llamarle a la sociedad, es porque la sociedad necesita de algo que la defina para conocerse a sí misma, la realidad es ese otro que es propio pero  que la refleja. Lo que refleja a una realidad es su forma, la sociedad tiene diferentes “formas”, éstas nos perfilan como parte de una sociedad, son nuestra identidad, y pueden tomar la forma que sea necesaria: puede ser la forma de memorias, de procesos políticos, de televisiones, de relaciones ó de afectos. Sea cual sea su forma será necesariamente una forma social.

La forma es su situación social, es el ser ahí, diría Heidegger (1927/2000) en su obra “El Ser y el Tiempo”, él plantea a las emociones como un estado de ánimo, es lo que llama el “ser ahí” e implica al ser humano envuelto en sus distintas situaciones sociales, un estado de ánimo es estar involucrado en una emoción, se es, cuando se está; Heidegger, exhibe que somos entregados a nosotros mismos, somos arrojados a la tarea de vivir y nos encontramos en un contexto cultural e histórico específico: el ser humano esta contextualizado en un mundo con una cultura y una historia, el “ser ahí” es el ser en el mundo, es lo demás y uno mismo también, el “ser en el mundo” es la estructura fundamental del “ser ahí”. En la forma sucede algo parecido, ésta, está en el mundo, uno toma la forma de la realidad que se le presente, como la forma de los celos, que pueden ser  verdes, enojados, furiosos, enardecidos, recelosos.
Simmel (1908), dice que la Sociedad se caracteriza por la distinción entre forma y contenido, según esto, la sociedad existe en donde hay acciones recíprocas, las cuales pueden consistir en instintos religiosos, eróticos, de enseñanza, etc. Estas acciones recíprocas se convierten en una unidad es decir en una sociedad, el contenido se refiere a todo cuanto exista en los individuos, es el que origina acción en otros, recibe sus influencias, y es portador de toda realidad histórica; Las formas son la representación de los contenidos, son las acciones realizadas, es la manera en la que los individuos impulsan la sociedad que llevan dentro. Pero es necesario aclarar, que a pesar de esta distinción forma y contenido no pueden ir separadas, forman una unidad, “…una realidad unitaria…La forma social no puede alcanzar una existencia si se la desliga de todo contenido; del mismo modo que la forma espacial no puede subsistir sin una materia de la que sea forma.” (En Simmel, 1908, p. 17). La realidad entonces se compone de forma y contenido.

Simmel (1908), menciona que por ejemplo, existen Formas Sociales como la forma de la subordinación que se puede encontrar en casi todas las sociedades humanas, lo que se modificaría al respecto de esta forma, son las diversas clases de subordinación que puedan definirse dependiendo de la cultura en la que se vea inmersa. La competencia es otra  de las formas sociales y es una forma de relación entre los hombres, forma que puede poseer una serie de varios contenidos, pero que aún cuando los contenidos se puedan separar la identidad de la competencia, es decir, su forma social permanece. Las formas sociales, como ya hemos visto, son así llamadas a las diferentes construcciones que la sociedad pueda desarrollar. Las formas pueden ser objetos sólidos: una silla, una computadora, una paleta, una piedra; pero no sólo, porque la forma es también una entidad psíquica, por lo cual los objetos también. (Fernández, 2004)

El conocimiento que se construye en esta categoría de la forma, plantea que la forma es colectiva, histórica, cambiante, simbólica, maleable, unitaria, en fin, la realidad es vista desde la forma que ésta vaya tomando. Esta noción de forma, es, una forma de ver el mundo. Fernández (2006), plantea que la forma no es lógica, funcional o inteligente, es estética, es decir, es sensible y lo estético no es la forma, sino lo que se siente de la misma.

Fernández (2006), plantea que darse a la tarea de averiguar cuál es la forma sensible de la sociedad, es darse a la tarea de encontrar el pensamiento sensible de una sociedad, éste pensamiento sensible también se le puede denominar afectividad. Afectividad entendida como los afectos de una sociedad, éstos no solamente se encuentran en las relaciones de pareja o en las telenovelas, se encuentran en el cuadro en el que está dibujada la sociedad, son la pintura de la que está hecha. Se intenta decir que la afectividad es la sociedad, por lo que también la encontramos en todas y cada una de las formas en las que nos relacionamos: en la política, en las casas y en las oficinas, en las protestas, en la ropa que nos ponemos y en la forma en que hablamos, en las charlas de café y en los salones de clase, en el tráfico, en el trabajo, en la organización de comunidades o en la desorganización de las ciudades, en las iglesias, y hasta en lo que diariamente escuchamos en los noticieros. 

Fernández (2000), dice que la Afectividad:
“...no es un conjunto de fenómenos ni una actividad específica, no es una secuela de hechos ni una serie de datos, no es un tema determinado y no es, por tanto, algo distinto del flujo de todos los días de toda la gente, con sus horarios, mercancías, planes, informes o noticias. En suma la afectividad no es algo distinto de la ciudad, de la sociedad y de la cultura: ocupa los mismos materiales y objetos, tiene el mismo tiempo y se mueve de la misma manera. La afectividad es coextensiva de la sociedad y/o ciudad y/o cultura. Si parece ilocalizable es porque tiene la misma extensión que la realidad y que la vida. Ello permite averiguar qué forma tiene: forma de la colectividad, de la sociedad, de la cultura, de la ciudad que se vuelven términos casi idénticos. Una forma en general, como la de las nubes o las formas de hablar, no es una cáscara, una apariencia o un accidente, sino un modo de ser de las cosas; pues bien, la forma de la afectividad es la sociedad.” (p. 41-42)

Y como los afectos son también la sociedad, entonces la Afectividad Colectiva es la forma en la cual la sociedad se expresa en sus más variadas cualidades, es más, es una condición de la sociedad. Según Fernández (2000), la Afectividad Colectiva “intenta estudiar la sociedad desde la perspectiva de los sentimientos, y los sentimientos desde el punto de vista social” (p. 11) a partir de este punto de vista, entendemos que la Afectividad Colectiva se enfoca a estudiar a la Afectividad en todas sus modalidades, entiéndase como amor, pasión celos angustias, sentimientos (de todo tipo), emociones, política, conversaciones, trabajos, organizaciones, etc. 

Entonces, tenemos que la Afectividad Colectiva es el proceso y estructura general de términos afectivos; pasión, sentimiento, emoción, sensación; términos que en ocasiones pueden ser usados para una misma cosa. (Fernández, 2000, p.13)

Nos encontramos ante lo que se nombraría como una Sociedad Afectiva, a la cual Fernández plantea que ésta tiene una lógica afectiva, que no es aquella lógica que ya conocemos de los ordenadores o la racionalista, más bien se mueve por estados afectivos, por sensaciones, como la sensación de que algo no va bien, o la idea de que es lo correcto y lo incorrecto (En Mendoza, J.; Gonzáles, P., 2004); la inteligencia de la sociedad se conforma con las ideas que de ella tenga la gente, es decir, de las formas de pensamiento que de la sociedad emanen: la sociedad se piensa a sí misma, y se piensa y concibe de forma afectiva. Fernández (2004) lo describe así: “La racionalidad, incluso, no puede moverse sin un motivo, una motivación o, dicho más tautológicamente, el pensamiento no puede moverse sin una emoción, para empezar, porque emoción significa moverse. Entonces, puede plantearse que la emocionalidad, o afectividad, es el principio y es lo principal de todo pensamiento, porque la imagen de donde parte le da su forma, fin, estructura, orden, proporción y razón a la racionalidad y al resto del pensamiento. La racionalidad es una forma de afectividad. El sentimiento es una forma de pensamiento”  (En p.14). Y los pensamientos son parte de la sociedad,  son como las imágenes, las sillas, la música, las relaciones, las creencias, las marchas, las instituciones, y demás representaciones que se nos puedan ocurrir.

La sociedad siempre ha sido entendida en términos de instituciones, relaciones, interacciones, no así entonces en términos afectivos, los movimientos de protesta, por ejemplo, han sido estudiados a partir de encontrar sus elementos más racionales, como las causas por las cuales surgen (su génesis) sus ideologías, sus estrategias, sus errores, su final, pero no se les ha visto o muy difícilmente como fenómenos que así como tienen memoria tienen afectividad, como fenómenos afectivos con todas las particulares de una sociedad también afectiva.

La afectividad es también una forma de conocimiento de la realidad social ya sea porque se pretende sacar de la sociedad esa parte que no se ha visto o ya sea porque la modernidad  la ha dejado de lado como algo de lo que puede prescindir pues no la considera importante o medible. La afectividad tiene como objetivo comprender apenas,  cuál es la forma afectiva de la sociedad, cómo se manifiesta en sus diferentes formas la afectividad, cómo se pueden visualizar en la manera en la que nos expresamos, cómo están presentes en la ciencia, cómo están envueltas en la forma en la que la gente actúa y se relaciona diariamente y cómo se construyen en el diario acontecer de la sociedad. Esta comprensión la  logra desde el estudio de su forma, pues la propia Afectividad es también una Forma Social.


Amanda Panambí Morales Vidales





Bibliografía

Fernández Ch. P. (2000). La Afectividad Colectiva. México: Taurus.
Fernández Ch. P. (2004). La Sociedad Mental. Barcelona: Anthropos.
Fernández Ch. P. (2006). El Concepto de Psicología Colectiva. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Psicología.
Heidegger, M. (1927/2000). El Ser y el Tiempo. México: Fondo de Cultura Económica.
Mendoza, J., Gonzáles, M. (2004). Enfoques Contemporáneos de la Psicología Social en México: de su Génesis a la Ciberpsicología. México: Miguel Ángel Porrúa e Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
Simmel, G. (1908/2002). Sociología, Estudios sobre las Formas de Socialización. Madrid: Alianza
Simmel, G. (1971). Sobre la Individualidad y las Formas Sociales. Buenos Aires, Argentina: Universidad Nacional de Quilmes.
Echebarría, A., y Páez, D. (1989). Emociones: Perspectivas Psicosociales. Madrid: Fundamentos.
Gergen, K. (1992). El Yo Saturado. Dilemas de Identidad en el Mundo Contemporáneo. Barcelona: Paidós.







Comentarios

  1. Me gusto porder leer este pedazo de ariculo chulo, que digo chulo Precioso!, la parte que mas me llamo la atencion y me intereso fue para comprender a los sentimientos no hay que enlistarlos o clasificarlos, porque eso los desnaturaliza, hay que “indistinguirlos”: sentir es lo que no se sabe pero se siente y está ahí, a los sentimientos se les resta de las cosas y situaciones de las que forman parte, a partir de ahí se puede conocer su naturaleza, Saludos Psicologos :v
    #PrimeroEnComentar
    #PuntoExtraPls
    #NoPainNoGain:v

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  2. la forma en que nos habla de los sentimientos y el como la sociedad llega a influenciar en nosotros es muy impactante.
    pues los sentimientos bien lo dicen ya estan en nosotros, pero tambien la sociedad y el ambiente determinan cada uno de ellos.
    nosotros como seres humanos somos parte de una sociedad afectiva.

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  3. Me parece una idea muy acertada el no encontrar viable la conceptualización de un sentimiento porque esté tomaría racionalidad y se convertiría mas en un pensamiento.

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  4. Me parece una idea muy acertada el no encontrar viable la conceptualización de un sentimiento porque esté tomaría racionalidad y se convertiría mas en un pensamiento.

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  5. Al leer este artículo, note que han sido temas que hemos visto en esta materia, lo cual me hace llegar a la conclusión de que sólo individuos que estamos en constante interacción y de la misma forma nuestros sentimientos, los cuales llegan a ser un fluenciados por dicha sociedad, así que si estoy de acuerdo con este articulo.

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  6. Pienso que el artículo pretende que conozcamos más acerca de la sociedad y como influye ésta en cada uno de nosotros, en nuestros pensamientos y a veces hasta nuestros sentimientos y emociones

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  7. Podemos ver que la afectividad es muy util, ya que sin ella no podríamos expresar lo que sentimos y pensamos, es con la que creamos lazos hacia con las demás personas, así también somos influenciados por la sociedad, tanto en desiciones propias o externas dependiendo el entorno en el que nos encontremos.

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  8. Creo que la sociedad influye mucho en el desarrollo del individuo tanto en los sentimientos como en las emociones la sociedad intervienen en ellos.

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  9. Profa ese de arriba es el comentario de Janet

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  10. A mi en lo particular me gusto este articulo por que habla o esta relaciona on emociones sentimientos y la sociedad.. Ya que sin los primeros no podríamos socializar o poder comunicarnos con la sociedad, y ademas no podriamos expresar lo que sentimos pensamos, etc etc ...

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  11. al leer este articulo me puedo dar cuenta que es de gran importancia comprender que nuestros sentimientos se ven influenciados por algo llamado sociedad que no es otra cosa mas que la realidad con la que nos enfrentan tamos así mismo me doy cuenta que cada emoción depende de un espacio y un tiempo. es por eso que estoy totalmente de acuerdo con lo que se menciona en este articulo.

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  12. Que gusto saber que alguien lee y pasa por aquí. Pues parece ser que es parte de una clase, lo cual también me da mucho gusto que estos temas se discutan y hablen. Si requieren otras informaciones háganmelo saber. Saludos.

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  13. Considero que el artículo tiene razón ya que nos enseña el papel que tiene la afectividad en nosotros, pero como sabemos todo va englobado a la interacción que tenemos con todo nuestro entorno y gracias a ello podemos expresar tanto nuestras ideas o creencias como lo que sentimos.

    -Abril Cuevas

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